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Días 1 y 2 de Noviembre
FIESTAS DE TODOS LOS SANTOS Y DE LOS FIELES DIFUNTOS

Aparte de otras fiestas que incluye el santoral de este mes, tales como Santa Ángela de la Cruz, el día 5, la monja sevillana fundadora de las Hermanas de la Cruz, el día de la Almudena, patrona de Madrid, el día 9, Santa Margarita, Reina de Escocia, el día 16, Santa Cecilia, el día 22, patrona de los poetas, músicos y ciegos, y el día 30, San Andrés Apóstol, tenido como el primer apóstol de Jesús, lo cierto es que noviembre comienza con dos fiestas de gran renombre y de centenaria tradición: el día 1 la fiesta de Todos los Santos y el día 2 la de los Fieles Difuntos.

Más de uno, en alguna ocasión, nos hemos preguntado por qué una Fiesta de Todos los Santos cuando nuestro santoral, a lo largo de los trescientos sesenta y cinco días del año (y uno más en los bisiestos) está repleto de conmemoraciones que dan cabida a todos los santos habidos a lo largo de más de dos milenios de cristiandad. Y si no miren ustedes el calendario de taco que seguramente tienen en sus casas y vean que cada día se conmemoran a más de una decena de santos y beatos lo que daría un total de casi cuatro mil cuatrocientos santos al año. Esto parece una cantidad bastante grande pero es seguro que se queda muy chiquita si la comparásemos con la cantidad de hombres y mujeres de la cristiandad que han alcanzado la gloria de Dios. Esta es una razón, aunque estimamos que no la única, que justifica la existencia en el calendario de esa Fiesta de Todos los Santos.

Entonces, el 1 de noviembre ¿es el santo de todos nosotros? O los que ya tenemos una fecha asignada en el calendario, ¿nos podemos abstener de celebrar nuestro santo el día 1 de noviembre? Hay opiniones para todos los gustos, aunque lo más sensato es pensar que quienes tienen asignada una fecha de su santo en cualquier fecha del calendario, lo celebren en esa fecha y quienes no la tengan (difícil lo veo) que lo celebren el día 1 de noviembre. Y quienes se apuntan a todo, pues que lo celebren dos veces: en la fecha que le corresponda y, además, el 1 de noviembre, y ¡que les aproveche!

Pero lo de “todos los santos” tiene otra lectura. Además de esos cuatro mil y pico santos recogidos en el calendario hay muchos más olvidados o desconocidos que alcanzaron la Gloria del Señor. Y esos tienen también su fiesta: la de Todos los Santos.

Visto lo de los santos, nos quedaría ahora por resolver lo de los difuntos, que se celebra el día 2 de Noviembre. Pero fíjense que se dice: “de los Fieles Difuntos”. O sea ¿que no es de todos los difuntos? Solo de los fieles. Nos cuesta trabajo creerlo. Dios, en su bondad infinita, no puede olvidarse de los que no hayan profesado la fe católica, de manera que habrá otra alternativa, seguro, para los no fieles difuntos. Sabido es que la Iglesia admite que el hombre, y la mujer, puedan salvarse aunque no profesen la religión católica, siempre naturalmente que sean fieles a su religión o a la ley natural y que a lo largo de su existencia no hayan causado mal alguno a ellos mismos o a su prójimo. Para todos ellos se puede entender que el día de los Difuntos, el 2 de Noviembre, es también la fecha en la que se les recuerda con cariño y se desea para ellos lo mejor en “la otra vida”.

¡Qué Así Sea!