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Noticias y actividades


Homenaje en Málaga

Crónica del Homenaje a los Cofundadores de la Delegación de Málaga

Emilia Jiménez Aldeamil

El día 13 de Noviembre, se celebró en el Salón de Actos de la Delegación de Hacienda de Málaga, un Homenaje a dos personas muy importantes para la delegación en Málaga de la Hermandad y para esta misma.

Cristóbal Cabello y Álvaro Lillo, fueron justamente homenajeados por su dedicación a la Hermandad durante muchos años.

Dos días antes, Cristóbal fue recibido por el Delegado de Economía y Hacienda en Málaga, don Jose María Rodríguez Abela, en su despacho. Allí, en presencia de la Junta de Gobierno, y tras decirle que el día del Homenaje, y sintiéndolo mucho, estaría fuera de Málaga por razones de su cargo, le hizo entrega de una placa y le expresó su cariño y reconocimiento.

El viernes, día 13, con una asistencia que superaba las cien personas, se inició el Acto bajo la Presidencia de don Ángel Quesada, Presidente Nacional de la Hermandad, que acudió acompañado de la Tesorera Nacional, doña Elena Romero.

La Mesa de Presidencia contó con la presencia de don Juan Rico, Delegado en Málaga de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, además de Cristóbal Cabello en su calidad de Delegado en Málaga de la Hermandad.

Abrió el Acto don Ángel Quesada, que dedicó sus palabras a realzar la labor de la Hermandad hacia los socios y el trabajo que ha desarrollado Cristóbal Cabello desde que tomó la Delegación hace casi veinte años.

A continuación, Fina, la Secretaria de la Delegación de la Hermandad en Málaga, que actuó como "Maestra de Ceremonia", dio paso a la entrega de las Placas de Homenaje, entrega que realizó don Ángel Quesada y que rubricó con sendos abrazos a Cristóbal y a Álvaro.

Tomó luego la palabra don Juan Rico, quien hizo una referencia de las personas hoy homenajeadas, tanto por su calidad humana, como por su trayectoria d funcionarios, y animó a los presentes a integrarse en la Hermandad como socios simpatizantes aunque estén en activo.

Seguidamente, Fina dio paso a la entrega de las Medallas de la Hermandad correspondientes a este año.

La primera se entregó a un socio muy veterano y que se distingue por su espíritu de colaboración y entrega a la Hermandad. Don Juan José Yáñez Padilla, de ochenta y seis años de edad, y con quince años de permanencia como socio, recibió muy emocionado la Medalla de manos de Cristóbal Cabello, y resaltó en sus palabras de agradecimiento la amistad que le une a Cristóbal y a la Hermandad.

La segunda fue para Federico José Rodríguez, Vocal de la Delegación, quien agradeció a Cristóbal la nominación de que había sido objeto, destacando que había poco mérito en quien disfruta con la tarea que realiza día a día.

La tercera, la recibió don Carlos Cayuela, Administrativo de la Secretaría General de la Delegación en Málaga de la AEAT, quien es el nexo entre esta Dependencia y la Delegación de la Hermandad. Carlos, se ha distinguido en los últimos años por su extrema atención y diligencia ante cualquier ncesidad, tanto administrativa como material, que pueda tener la Hermandad, resolviendo con eficacia su cometido para con nosotros.

La cuarta, se destinó, de forma colectiva, a la propia Dependencia de la Secretaría General de la Delegación en Málaga de la AEAT, y a todos sus componentes, en base a la colaboración y cariño que, diariamente, proporcionan a nuestra Hermandad.

Seguidamente, tomo la palabra don Juan José Talero, Secretario General de la Delegación en Málaga de la AEAT, quien agradeció sinceramente la concesión de la Medalla a la Dependencia que él dirige y a los trabajadores que la conforman, haciendo un elogio de la labor de la Hermandad y de la necesidad mutua entre esta y los funcionarios, tanto jubilados como en activo, ya que siempre hay que pensar en el día de mañana.

El Acto finalizó con unas palabras del Delegado de la AEAT. Don Juan Rico, al que correspondió el Presidente Nacional, don Ángel Quesada.

Muchos de los asistentes, antes de salir del Salón de Actos, acudieron a la Mesa de Presidencia para felicitar tanto a Cristóbal como a Álvaro y darles, con un abrazo o un apretón de manos, testimonio de su aprecio y consideración.

Posteriormente, se ofreció a los asistentes una copa en la Cafetería de la Delegación.

 

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